La ermita de nuestra Señora de los Remedios está situada en el barrio llamado el Calvario, ya que antiguamente estuvo allí el calvario, que era habitual en todos los pueblos. Fue edificada en el siglo XIX y ha sido sucesivamente reformada, perdiendo casi por completo su carácter primitivo.
Como la ermita antigua era pequeña y estaba casi en ruinas, en marzo de 1970 con los componentes de la cofradía se creó una comisión que se ocuparía de hacer las gestiones necesarias para su reforma. El presupuesto fue de 30.000 pesetas a lo que contribuyó el pueblo en suscripción popular. La reforma se inició el 26 de agosto de 1971, a cargo de los maestros de obra Antonio Mariño y Francisco González, bajo la dirección técnica de José Bueno, estando totalmente terminada el 24 de diciembre del mismo año. En el programa de fiestas de ese año se dijo: “Pensamos construir un templo sencillo, bello y hermoso, como se merece nuestra Madre de los Remedios. Debemos pensar en nuestro regalo para el ramo de la virgen”.
Antes de la reforma, la ermita solamente era lo que hoy es el presbiterio y la sacristía, con su bóveda de media naranja, se respetó lo que se pudo, quitando su cubierta y haciéndola nueva y se amplió por delante, construyendo el cuerpo de la iglesia actual, pero sin el atrio que es posterior.
La única entrada a la ermita es por el oeste, a la derecha su modesta torre o campanario, formado por una sola pared de piedra sin enlucir y en ella, un estrecha ventana con una campana. En su parte superior interna, una gran cruz de hierro. El tamaño de la ermita es cinco metros de ancha y 16 metros de larga. En sus paredes laterales lleva los estribos o contrafuertes que le dan resistencia y que se añadieron en una reforma posterior. En la puerta, al lado izquierdo, una vieja pila de agua bendita, muy gastada ya, colocada sobre fuste o pie de un metro de piedra granítica.
En su interior se conserva el retablo mayor, obra barroca de la primera mitad del siglo XVIII, de madera dorada procedente de la Iglesia Parroquial, con columnas salomónicas y profusión de adorno. En la parte superior la imagen de San Ramón Nonato. A cada lado de las citadas columnas un angelito sujeta los adornos superiores. En el centro la hornacina con arco de medio punto, que alberga una escultura de vestir de la Virgen de los Remedios. Detrás del retablo con puertas a los lados, se encuentra la sacristía bajo techo en bóveda de media naranja, y a sus lados las imágenes de la Inmaculada.
La Virgen de los Remedios está todo el año en esta ermita menos los días que es bajada a la iglesia para celebrar su fiesta.
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